Cuidar de tu piel facial es un acto de amor propio que va más allá de la estética; es una inversión en tu bienestar y confianza. A medida que avanzamos en la vida, nuestra piel enfrenta diversos factores como el sol, la contaminación y el estrés, que pueden acelerar el envejecimiento. Al establecer una rutina facial diaria, no solo mantendrás tu piel radiante y saludable, sino que también te sentirás con mayor autoestima. Recuerda que tu rostro es tu carta de presentación, y dedicarle tiempo y atención puede hacer una gran diferencia.
Una de las claves para que funcione es mantenerla en el tiempo, pero eso no siempre es fácil…
5 consejos básicos para mantener tu rutina facial diaria sencilla
Si eres de las que siempre dice que ‘no tiene tiempo’ o se le olvida, aquí te comparto 5 consejos básicos para que entres en este mundo y puedas mantener en el tiempo una rutina facial de manera efectiva y sencilla.
- Identifica lo que te hace mejor: Antes de empezar, es fundamental identificar si tu piel es seca, grasa, mixta o sensible. En base a eso elegirás un tipo u otro de producto, pero dentro de la gran gama de productos que hay, debes conocer tu piel y ver qué le viene mejor. Ver cómo mejoras cada día, cómo se eliminan las manchas, imperfecciones y granitos, será la mejor forma para que no te dé pereza mantener la rutina facial.
- Una rutina facial sencilla: En la rutina diaria, como su propio nombre indica, lo esencial es que se repita en el tiempo todos los días. Hazlo fácil, sencillo y con pocos pasos. Así no te dará pereza, sobre todo por la noche, entrar en el baño para darte tus cremas.
- Tu momento semanal: Exfoliar la piel una o dos veces por semana ayuda a eliminar células muertas y a promover la renovación celular. Si no estás acostumbrada o te da pereza, cambia el enfoque: cuidar de tu piel es cuidar de ti. Haz que tu momento de mascarilla y exfoliación sea «tu momento spa». Pon velas y aromaterapia si hace falta. Echa el pestillo, pon música y quita las notificaciones del móvil. Que nadie te moleste. Es tu momento.
- Utiliza olores que te gusten: Muchas de las cremas hidratantes (la última que debes aplicarte) tienen olor, así que aprovecha y elige una que te guste; así se te quedará en la mente durante unos minutos, llevándote a un sitio que te guste. Si tienes la piel sensible, puedes acompañar la rutina con tu colonia favorita.
- Cómprate esos accesorios que te gustan: No dudes en comprarte esos accesorios que tanto te gustan para hacer tu rutina. Esa diadema que sabes que no es necesaria pero te gusta usar; ese rodillo que te masajea la piel y te hace sentir bien. Cualquier cosa que te haga ver que ese momento para ti, merece la pena.
Mímate: es tu momento
En definitiva: Mímate. Todo se basa en un concepto: mímate. No veas la rutina de cara como una moda a la que te tienes que sumar, o un fin para que se te quite ese acné o esas arrugas. Tu rutina de cara es tu momento, es autocuidado, es el ratito que tienes para quererte, darte un pequeño masaje y no pensar, antes y después de tu día a día.
Recuerda que cada piel es única, así que escucha a tu cuerpo y ajusta tu rutina según lo que mejor funcione para ti y tu tipo de piel. ¡Comienza hoy mismo y disfruta del proceso de cuidar de ti misma!